Querido Amigo Luistu:
Querido Amigo Luis:
Hoy es sábado y hemos quedado para cenar algunos amigos, pero hoy no es un sábado cualquiera, y no es porque ya estemos mayores y los domingos sean infernales, ni por esa curvita de la felicidad tan mona que se nos adivina debajo de la de la camisa, tan característica, no. Hoy es un día especial porque hoy es la última cena con Luis.
Ay, Luisete!, que te voy a contar que tu no sepas.
Luistu se nos va a velar por nuestras almas, y aunque no perdemos un amigo, sino que ganamos otro (a Jesús), sí perdemos un recluta de nuestro pelotón de pecadores. Quizá el más destructivo y disciplinado guerrillero nocturno, el alma de la fiesta y el mejor confidente para los momentos jodidos.
Que recuerdos, aquellos "caralsoles" ebrios tan ebrios como podíamos, tus visitas a Las Claras en plena euforia ya de mañana tan afectado, aquella propuesta a las 12 de la mañana, muy ponderada en su momento, de hacer jurar al Cristo del Otero la bandera de la Plaza de Colón, tus picados desde los taburetes del bar de turno, las fiestas en la casita del monte, de la Villa o en la bodega, aquellos partidos de rugby con el balón decorosamente ataviado a la hora del desayuno en la piscina de Juan...
Las copas ya no sabrán igual, nada será lo mismo, ni las conversaciones de Jazz en el 38 (creo que te lo inventabas todo), ni veremos de nuevo aquella cara de terror que ponía Manolo Esparza cuando te veía entrar por la puerta poco antes de cerrar.
Veremos la fotografía colgada en la pared del 38 donde los que quedemos, y mientras quedemos, contaremos las bajas tomando un sorbo de la penúltima copa, ya aguada y amarga... recordando aquel invierno del 2002 cuando todo era distinto y llegábamos a los sitios en docenas.
Nada será igual querido amigo, nunca te olvidaremos.
Luis Turrión Borrallo, Presente!!!
Hoy es sábado y hemos quedado para cenar algunos amigos, pero hoy no es un sábado cualquiera, y no es porque ya estemos mayores y los domingos sean infernales, ni por esa curvita de la felicidad tan mona que se nos adivina debajo de la de la camisa, tan característica, no. Hoy es un día especial porque hoy es la última cena con Luis.
Ay, Luisete!, que te voy a contar que tu no sepas.
Luistu se nos va a velar por nuestras almas, y aunque no perdemos un amigo, sino que ganamos otro (a Jesús), sí perdemos un recluta de nuestro pelotón de pecadores. Quizá el más destructivo y disciplinado guerrillero nocturno, el alma de la fiesta y el mejor confidente para los momentos jodidos.
Que recuerdos, aquellos "caralsoles" ebrios tan ebrios como podíamos, tus visitas a Las Claras en plena euforia ya de mañana tan afectado, aquella propuesta a las 12 de la mañana, muy ponderada en su momento, de hacer jurar al Cristo del Otero la bandera de la Plaza de Colón, tus picados desde los taburetes del bar de turno, las fiestas en la casita del monte, de la Villa o en la bodega, aquellos partidos de rugby con el balón decorosamente ataviado a la hora del desayuno en la piscina de Juan...
Las copas ya no sabrán igual, nada será lo mismo, ni las conversaciones de Jazz en el 38 (creo que te lo inventabas todo), ni veremos de nuevo aquella cara de terror que ponía Manolo Esparza cuando te veía entrar por la puerta poco antes de cerrar.
Veremos la fotografía colgada en la pared del 38 donde los que quedemos, y mientras quedemos, contaremos las bajas tomando un sorbo de la penúltima copa, ya aguada y amarga... recordando aquel invierno del 2002 cuando todo era distinto y llegábamos a los sitios en docenas.
Nada será igual querido amigo, nunca te olvidaremos.
Luis Turrión Borrallo, Presente!!!
2 comentarios
NAT -
Un saludito Luis
Ricardo Musolini -
De todos modos, está muy bien. Espero que esta noche a nadie se le salte una lágrima (siempre por los efectos del alcohol, nunca por sentimentalismo barato).